jueves, 21 de junio de 2007

Apología del Sigloveintismo




"...que hace dos milenios surgió la cultura maya, cuyo apogeo -el período clásico- duró desde el año 300 al 900. Los Mayas fueron un pueblo cultivado, y contaron con calificados astrónomos y matemáticos..."
Ahora bien, ¿de donde sacar el pedacito de metal que engarce esta situación con lo que sigue?
Ocurre que el primer párrafo no tiene relación aparente con nada de lo que pueda continuar diciendo yo. Aunque puesto de otro modo quizá no sea tan así -y no lo voy a hacer por el momento-, son más las cosas que tienen en común esas palabras con las que seguirán, que las cosas que no los aproximan entre si.
Ultimamente siento que ya no puedo ver las cosas del modo que las quiero ver. Y necesito otras miradas, necesito opiniones, preciso saber si es que realmente existe otra forma de sentarme donde estoy sentado y no creer que todo es simplemente la espera de algo que nunca va a llegar. Si bien tengo un asuntito con... digamos no-con-una-enfermedad, se debe saber que se me ha creado la necesidad de múltiples inyecciones para soportar esto que emerge de ya no se donde (se trata de una persona). Ojalá leer me de las herramientas para...


Creo que es necesario pensar solo por unos instantes en la época, la época, misma que cuando es referida sugiere muchas imágenes mentales disparando una cadena de pensamientos entre los cuales encontraremos eslabones con forma de ventana de windows, dentro de los cuales, seguramente más de un par, la mayoría de las personas occidentales podrán encontrar mínimamente los siguientes elementos:


-Una mujer con vestido en forma de campana, y con peluca de pelo blanco; feliz.


-Un sirviente con una sonrisa de oreja a oreja.


-Niños (al menos dos de ellos rubios y rosados) corriendo felices por todos lados, sin preocupaciones, ni playstation, ni inglés, ni nada.


-Un castillo, o casa extremadamente grande con todas las comodidades, incluida un ama de llaves con su correspondiente séquito de empleados de menor jerarquía, entre los cuales podría encontrarse el antes mencionado sirviente


-Abuelitos felices; "jubilados" interpretándose este estado con el máximo rigor que permite la definición, es decir, no entendiendose la acepción peyorativa sino la "acepción feliz".

-Algún/unos bosque/s


-Etc.


Si, indubitablemente la lista puede seguir y seguir y escapa al sentido de esta reflexión el explayarme un poco más hacia los distintos cuadros posibles que ilustrarían mejor el abanico de naipes-retrato que propongo imaginar -algunos gozando de gran reconocimiento, otros no tanto-. Y luego de este preámbulo me dirigo hacia lo importante y remarcable de esto (si esto fuera un texto científico ya hubiese empezado para atrás teniendo en cuenta que con leer el primer párrafo tiene que alcanzar para echar a andar una idea sobre el contenido de lo que sigue, pero como no lo es...). Sí, (¿che, otra vez "Sí"? Sí.) varias veces he escuchado en boca de conocidos y otros no tanto frases como: "Buenos tiempos eran los de antes", "En otra época la vida era más linda", "Antes se vivía mejor" "Hace mucho no había tanto desenfreno y males como ahora" "El mundo está en el limbo de la decadencia" "Si sube otra vez el gasoil juro que la voto a la Carrió" y otras frases sin duda abrigadas de emoción y sinsentido, frases a las cuales me voy a enfrentar como para ver qué pasa, sólo por hoy y si Dios y la Policía me lo permiten. Sí (no puedo sacarme este sí, es muy pegajoso, que no lo lea cierto político porque lo va a usar para ganar las próximas elecciones en algunas áreas metropolitanas: "Sí" es salarios inmejorables, "Sí" es seguridad integral, "Sí" es salud inteligente, "Sí" es sanear la industria, "Sí" es surtir a los inmigrantes, etc.), opino que la gente no está del todo acertada, todavía más: opino que no tienen la más mínima idea de lo que hablan, o al menos disiento. Bueno, (Karl) Marx -aparte de tomar partes de la noble tela del pensamiento de Hegel y hacerse una especie de bandera de club de fúbtol de la ´B´ con la que más tarde Lenin elaboraría luego de un par de recortes a gusto del diseñador la camiseta para dicho club (y no se si viene al caso recordar que "el club" jugó 3/4 siglito en primera para luego descender, cosas del deporte...)-, nos dio unos golpecitos de dedo en el hombro para luego señalar hacia atrás con su índice izquierdo y hacernos notar que la historia había sido una secuencia de luchas entre (según su forma de ver las cosas) dos bandos, dando esto como resultado un bando ganador y bando perdedor -y después de todo parece que esto algo tenía que ver con el fútbol, aunque definido siempre por penales, por no caber en su visión el empate-. Ahora, y subrayando que esto no-es apología del Marxismo, no estoy seguro de si Marx se fijó en esto que para mi salta a la vista: la historia la escribe el bando victorioso, ladies & gentlemen. Si este postulado es analizado apropiadamente, seguramente comprenderán lo que digo cuando canto aquí; esto quiere decir que entre los diversos beneficios que trae consigo la victoria tiene alta cotización la posibilidad de contar a la posteridad los hechos a piacere del bando triunfador, aunque ellos no lo hayan tenido sobre su mesa de consideraciones como yo, y ponganse a ver que desde la antigüedad más antigua además de los réditos del saqueo y la violación es posible notar que el que ganó la batalla cuenta el cuento como se le canta, y quizá convenga hacer notar que "Carlitos" habla de lucha a otros niveles y más atrás "Jorgito Guille Fede" con su dialéctica, a muchos más niveles. Gracias a este modus operandi victoriae aún vigente, es probable que se explique el porqué de la deidificación desenfrenada con la que se ungió a algunos generales de la historia, pero es tema de otro blog.



Expuesto lo anterior, es decir, teniendo presente que la historia la escribe el que gana y que nosotros conocemos la historia -lo siento pero desafortunadamente asi es- a través de esos escritos, no podemos creer cómodamente cualquier cosa que entendamos como historia; lo más propio sería poner en duda no casi todo, sino todo, para tener una idea de los hechos pasados un poco más cerca de lo que realmente aconteció. Basta con, por ejemplo, recordar la actitud tomada por parte de Roma luego de aniquilar Cartago (me encanta el ejemplo y siempre lo evoco), donde se propuso no tan solo destruir el pueblo y la cultura púnica sino hasta su mismo recuerdo, e incluso su nombre y el de sus héroes; escapa esto también al sentido de estas palabras. Es decir todo lo que sabemos del pasado tiene un valor por lo menos dudoso.




Paso a exponer mis supuestos con dedicación en base a las frases recogidas en esa especie de compendio urbano de citas anónimas y no anónimas del que soy autor.


"Buenos tiempos eran los de antes". Esta es tal vez la frase sobre la que gira este texto; teniendo presente todo lo que ya se dijo, se puede deducir fácilmente que los tiempos tan buenos no pueden haber sido, ¿por qué? por la sencilla razón de que hay datos sobre el pasado que conocemos y a los que no le damos bolilla. Recuerdo vagamente a una persona que, supuestamente entendida en materia cine, disertaba con varias producciones supertaquilleras joligudenses reproducidas en una pantalla detrás de su silueta; luego de un par de películas de esa sobrevaluada especie cinematográfica, pudo verse las escenas de la película que se hizo sobre María Antonieta, sí, aquella jovenzuela de melena rubia que dejó su Austria tan rural, para convertirse en la inminente reina del (hasta ese momento) reino de Francia, y no me interesa discutir las circunstancias de la escena del tipo ahi, sentado al lado de la conductora del programa de tv o por qué eventualidades de una tarde yo tuve que estar viendolo y no haciendo algo más, lo que quiero citar es algo que dijo con respecto a la situación de Francia en aquellos años "Si, bueno, aquí podemos observar los detalles de la realización de vestuario de esta magnífica recreación de época. Realmente exquisito trabajo, que reproduce fielmente los cortes y tendencias tan lujosas en el vestir, en una época en donde Francia se encontraba en el momento de mayor riqueza de toda su historia". "!!!" Esto, L&G, les puede pasar a ustedes también. Este tipo de personajes abundan, puede ser vuestro primo, vecino, amigo, padre, llámenle profesor, bombero: de oficios y profesiones todos sabemos un poco, y todos sabemos que disfraces y caretas no son exclusividad de las salas teatrales/circences, de lo que emerge la irritante idea de que personajes de esta especie hay y muchos, muchos, tantos que si volaran estaría todo el día nublado, no conoceríamos la luz del sol. Abundan estas escenas donde cualquier licenciado en hablar pavadas toma el micrófono y adopta la voz del pueblo. Volviendo un poco al punto: ¡¿que Francia se encontraba en su momento de mayor riqueza?! ¡Por favor, señores! ¡La gente se cagaba de hambre! ¡se bañaban en mier...! y no me digan que porque están debiendo cuatro materias de la academia de pelotudos no tienen el suficiente "ojo" para darse cuenta de que Francia es un país, y de que el rey, la reina y la corte, no alcanzan para constituir uno, y que debajo de todos ellos había un montón de gente que se rompía la espalda laburando en condiciones que, justamente por aquella cosita de la inverosimilidad (y selección artificial o arbitraria en contrapunto a la selección natural de Darwin) de los escritos que nos llegaron, no puedo precisar, pero si sugerir en base a otras evidencias que esa gente no vivía como gente, es decir, la matemática no falla, tantos lujos y vagancia de los nobles alguien tenía que pagarlos. Lo que pasó con esta situación y cómo hizo el pueblo francés para revertirla, es historia conocida, y a Marx le encantó todo ese baile, y quizás le interesara poner mi Manifiesto Consumista al lado de su Manifiesto Comunista, y me divertiría escuchar las conclusiones de mi abuela al respecto.


"En otra época la vida era más linda". Veamos, esta frase tiene múltiples interpretaciones, pero la que rescato es la que surje en el contexto en que la puse más arriba, o sea dicha por un peatón cualquiera, licenciado en vivir la edad biológica que vive. Paradójicamente se puede escuchar reiteradas veces esta exclamación en boca de sujetos occidentales, que claramente están cada vez mejor en comparación a épocas pasadas, pero tienen la mala costumbre de desempeñar la queja como deporte de elite, a pesar de que su mejor calidad de vida se hizo posible a expensas de la extrema pobreza que se vive en el mundo subdesarrollado. No hace falta bibliografía especializada para leer que la distribución asimétrica de las riquezas en el globo terrestre es cada vez más marcada, y que el hambre y las más crueles pestes se fueron pasando de europa a Africa, Asia y Latinoamérica durante el transcurso del segundo milenio. Y todavía siendo los occidentales los que mejor la sacaron con el paso de los siglos, son ellos los que piensan que antes estaban mejor, o que antes en el mundo se estaba mejor. No quiero meterme demasiado en la historia argentina porque esto puede rápidamente pasar de apología del Sigloveintismo a apología de Perón, destacando que los que cuentan la historia de lo que ocurrió a partir del gobierno de Perón, son casualmente los que lo derrocaron por medio de la violencia, bombardeando buenos aires, etc., con la inevitable calumnia y difamación que se dio en puños del gobierno antidemocrático en los años posteriores, y que periodistas tan respetados... -qué extraño...- no se preocuparon mucho por investigar correspondientemente. Y acabamos de ver otro claro ejemplo de la historia contada como se canta la gana. Y lo de los mayas al fin de cuentas se ve que si tenía algo que ver con todo esto, qué creen, estaban mejor o peor, ¿cómo les fue?
No voy a explicar los otros ejemplos y para finalizar, espero que se dejen de quejar tanto, y si se quejan, traten de no mirar para atrás y decir que entonces todo era color de rosa, porque... ¡porque...! no se, porque hay que leer más, ver menos tv y poner un poco en duda las cosas antes contarselas a los mas jóvenes porque sino esto va a seguir pareciendo el eterno juego del teléfono descompuesto transgeneracional. Como diría mi Abuelo "a construir, a crear, y a dejarse de embromar".

sábado, 9 de junio de 2007

La frase del día

"¡¡¡¡¡¡¡Apagá el televisor!!!!!!!"

martes, 5 de junio de 2007

Estrictos protocolos para recorrer escalinatas de enciclopedias y anales.

Taco-punta, taco-punta, taco-punta... Determinemos la conducta a seguir, nos conciliemos con los fuegos y las chispas, las cejas en posición reconcentrada, los ojos mirando hacia atrás de lo que enfrentamos y la vista fija en la proyección de lo que omitimos.

Taco-punta, tac, tac, tac.

Bla, bla, bla, bla.

A continuación es indispensable planear la manera de continuar sin pensar en ella para luego caer en la abrigadora sensación de que eso es imposible, no se puede, porque es lindo y porque gusta, por eso, y patina por aquel lado la relevancia de lo demás. Es el momento de descuidar la ventana aquella, la más vieja y nuestra, la de todos, la ajena a nuestras madres y espejo de nuestros amores.

Planta, planta, planta.

Es el momento de dar el primer enfoque de lo que se viene, pero el cansancio reprimió, y adiós a lo metálico, brillante y crujiente del bronce fasciculado. Yo tampoco espero que lo entiendan pero se siente asi. Para no caer basta con balancear las manos alejandolas, y seguir esperando que no suba la humedad. Porque cada amor caquéctico representa un volumen es que pensamos que es este el modo de proceder; porque adquirir unos y cientos es solo amontonarlos ahi abajo es que preferimos colocar cada cosa en su lugar, para salvarlos de la necesidad de ruborizarse en amarillos y verdes manzana, o azules rutilantes del espejo de plata.

Punta-taco, punta-taco.

Sin levantar la mano de su hombro nos vamos, vamos descendiendo.

Entonces, yo lo pondría más claro de esta forma: (subo) Planta, planta, planta; (plano) taco-punta, taco-punta, taco-punta; (tropezamos) taco-punta, tac, tac, tac; (bajás) punta-taco, punta-taco. Sí, no encuentro razón para darle más y más decorosas vueltas como lo hicieron Uds.

Quiero advertir con intencionalidad de efecto retroactivo que todo lo anterior se resume en esta oración, y es eso hasta que alguien diga lo contrario.

lunes, 4 de junio de 2007

Editorial del blog

Tic-tac
Salió de la mente del hombre y se apoderó de ella y su vida;
le ordenó a éste construir un ejército de fríos soldados
que tomaran su medida,
cada uno con una lanza, una espada y una daga.
Firme y constante, solo por el deseo humano
aplastó con cada paso, juventud, sueños, razones...
Fue concebido y creado para destruir y encarcelar,
para violar y dominar, someter y privar
de cualquier mínimo intento de querer mirar,
de llenar vacíos con respuestas:
de escapar a esta falsa realidad.
El hombre es el creador de una herramienta que cobró vida,
tomó forma de luz que aparece y oscuridad que se va,
de niños que nacen y muertos que asi lo están,
de sueños solo nocturnos, de paz y seguridad.
Y el hombre nunca será capaz de independizarse de él,
de destruir y sacar cada soldado de su hogar.
Nunca nos libraremos de nuestro peor enemigo
¡es tan fuerte que hizo olvidarnos de quién es!
si tan solo pudiéramos deshacernos de él...
pero hoy es imposible, ayer también lo fue,
se apoderó de mis palabras, lo acaban de ver.
Mi misión en esta vida, jamás la podré entender
¡Sus manos me tapan los ojos, quiere hacerme enloquecer!
hizo del hombre su único esclavo animal,
el maneja nuestras vidas, nuestro concepto de placer.
Mientras la mirada perdida con los ojos al costado
de una persona que perdió la conexión con el pasado
dibuje en el aire mil elipses enganchados,
no perderé la esperanza de destruir lo que he inventado
cuando tenía otra cara, otros labios, sin palabras en las manos,
con mucho miedo, mucho pelo y los pies recién afirmados.
Me imaginé un lugar sin el enemigo aceptado,
me encontré comiendo hojas, en un árbol, agachado.

sábado, 2 de junio de 2007

Las chicas dicen ¡Ay! los chicos dicen ¡Uy!

Visiones, ilusiones auditivas, ya visto, y no visto, olores inexistentes, sensaciones tactiles al borde de lo perceptible como real, recuerdos almacenados tan arbitrariamente y con tanta subjetividad, al extremo de sentir la inminencia de pecado el evocarlos y espectar el enajenamiento de la subjetividad misma. Tabú. Prohibido, prohibo, prohiben (¿?). Imposible saberlo ya. Todo es objetable en la nada. La nada no existe en la fantasía de la absoluta ausencia y parcial presencia de sentirse ajeno y participante de algo hermoso y trágico. Soledad y amparo virtual, abrigo real y sufrimiento fatuo. Vacio. Plenitud: vi teatros, vi salas mágicas de cine a medio llenar, nos vi, y la verdad no fue nada desagradable.
Bajo la lluvia me mojé y estornudé. Necesito putear a alguien sólo para tener la oportunidad de pedirle perdón luego, muchachos.

viernes, 1 de junio de 2007

Me dijeron el milagro pero no el santo.

Mis más cordiales saludos. Me dirijo a Ud, estimada persona que está leyendo esto -lo de estimada no es verso ni chamuyo; yo tengo un gran aprecio por los seres humanos y se que aman y dañan (en la mayor parte de los casos) sin saber muy bien si lo que están haciendo es bueno o malo, porque a veces al traccionar la cuerda del arco de la flecha del amor le pegan un codazo en la cabeza a Juliancito que pasaba caminando, o en su camino la mencionada flecha se lleva volando la boina de Don Mario que justo estaba sentado en el banco de la plaza, sin jorobar a nadie- para comentarle ciertas cosas sobre nuestra vida, que quizás no notó pero ocurren.

Me gustaría que reflexionemos juntos un poco sobre ese refrán que dice: El que mucho abarca, poco aprieta. Bueno, soy una persona que ha tenido breve contacto con la literatura como tal; de que he leido, he leido, pero quizás en este sentido antepuse muy naturalmente al placer la intriga, la curiosidad y la búsqueda de respuestas a las preguntas que traen consigo los años, resultando de esto que he avanzado mucho teniendo como norte el contenido de los textos (lo que trae aparejado un placer solamente efímero) y pocas veces me he detenido en eso que es la forma, algo sobre lo que los artistas podrán teorizar mucho más que yo. Asi también he tomado contacto con menos libros de los que quisiera, por haber desarrollado una especie de sentido que me orienta más hacia la diversidad de géneros, que a la variedad de confecciones: todo es tela, y tengo la tendencia (la tendencia) a pensar que un saco es un saco sin importar si lo hizo Philippe Comechingogne o Jean Zeng (y se que los diseñadores no estarían indignados de cruzarse alguien como yo). Y este preámbulo me sirve más a mi que a Ud., lector.

Ahora me pongo nostálgico porque entro un poco al terreno de lo vocacional, recordando primero que de acuerdo al saber popular las vocaciones son cuatro: cura, médico/a, enfermero/a y militar, aunque yo creo que esto no es tan asi y que todas las profesiones y oficios pueden desempeñarse con o sin vocación, y voy a referirme a esa gente que triunfa rotundamente en lo que hace, se lleva todo, se lleva los laureles, los oréganos y los tomillos, las flores, los bombones, todo se lleva. Escuché que todo depende de la vara con que se mida; quisiera saber en qué medida ese triunfo en su profesión se hace presente en todos los otros terrenos de una persona que excluyen al profesional, con su vara correspondiente en el caso de que haya sido fabricada, como ser la vida familiar, la relación de pareja, de amigos y vecinos, el éxito en la quiniela, en la crianza de un hijo, Ud. diganme. Está claro que toda victoria trae aparejada sus correspondientes pérdidas y que el éxito suele valerlo, y que el Welfare State, y que Platón, por qué no Maquiavelo y todo lo que se les ocurra, pero el triunfar en un aspecto de nuestras vidas se paga ¿con qué se paga? con moneda local, Visa, Mastercard, la tarjeta de Sacoa, u$s 1 = a $ 1.40 + CER, no vendría al caso pero viene, se paga con un poco de indiferencia hacia todo lo otro que forma parte de nuestras vidas, la familia, jugar con el perro: se paga con la Moneda standard terrícola, tiempo (tiempo = dinero, algunos dicen que se encontró esto tallado en la pared de ladrillos de un cobertizo al fondo de la casa de Newton, pero han dicho tantas cosas.) ¿Vale la pena esto? Eso va a depender de qué significa éxito para Ud.