viernes, 18 de mayo de 2007

-¿Volviste a pensar en ella?
-La sociedad contemporánea - se apresuró Clodoveo a replicar - nos formó con una visión del tiempo en términos de una línea que se corta, una visión lineal que no lo es, y que deja muy pocas posibilidades al momento de encarar la búsqueda de un sentimiento en sus orígenes con la presuposición o intuición de que, lo que creó la necesidad de emprenderla, y hasta el hallazgo en sí fueron construidos en nuestra percepción en base a distintas vivencias poco trascendentales a un nivel consciente en épocas distantes entre sí; y paradójicamente ese emprendimiento auto-explorador no es posible sin desligarse de ciertos preceptos del pensamiento moderno que nos restringen la perspectiva requerida para poder mantenernos de pie sin sentir el acogedor deseo abrazar las cortinas de los ventanales a través de los cuales es indispensable mirar y a los cuales, solo espectando estupefactos, podríamos utilizar para obviar caer en el acogedor sentimiento que nos lleva de regreso a esos pasajes tan anecdóticos. ¿Y es ese el tipo de recuerdo que pretendés hacer emerger desde el quieto fondo del mar de mis días con las sogas de tu palabras que tan serenamente movilizas por las poleas de tu intromisión? Quizás no fue en vano haber aniquilado los relieves de nuestros recuerdos con la más alevosa ira hasta acompañar mi dolor con cansancio, pero fue menos provechoso para la paz de mis silencios cotidianos el no haber martillado entre llantos y maldiciones aquellos cristales que tan mal refractaron la luz que llegó a mis ojos, en los momentos en que todas las respuestas que ansié me golpearan, se vieron encontradas en ese estado que quizás nunca pueda explicar, desde el momento en que soy susceptible de padecerlo: estar enamorado.
-Quisiera saber qué es lo que va a suceder con el estado de las calles de este barrio; simplemente no puedo soportar más el ruido de los vehículos desacelerando y golpeandose contra si mismos al pasar sobre la calle asi como esta, no se qué rumbo piensan tomar los gestores de ese indecoroso espectáculo diario, pero altera mis nervios.
-Si...