Modelo de Preámbulo

Yo no sé por qué la gente dice que "en tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera", pero lo presiento, y sé que todo tiene que ver con salir a caminar, con las actividades diarias y con el sol. Sospecho también, qué está relacionado con la capacidad de formar y educar niños como si fuesen recipientes vacíos que simplemente deben ser llenados; fabricarlos primero. Aunque es la práctica -dicen- al fin de cuentas la que hace al maestro y, del mismo modo es "en la cancha (donde) se ven los pingos". Desempeñar una tarea sin la ayuda de un manual, es como salir a navegar sin mapas, requiere más tiempo y seguramente es más divertido, en la medida en que se dispone de aquél, o como sea que lo haya dicho Osler.

En algún momento he de sugerir practicarlo hasta el cansancio, hasta sentir que ya no queda impulso al cual recurrir en ningún segundo del cuerpo. Acostarse y sonreir a ojos tapados con la confianza en la experiencia que se cultiva y, si bien ésta aún no se puede apreciar en toda su magnitud, se especula con que hará las fuerzas más aprovechables en el futuro.
De a momentos supongo: es seguir caminando y adivinar. No es soportar, es aportar, aportar al envase que -se cree- evita que el alma se diluya en otras. Pobre alma. Y no, seguramente ya no es eso lo que yo quiero, porque yo la quiero ahi, ahi es donde la quiero poner y dejarla el tiempo que sea necesario, toda la vida, si se me otorga la licencia.